jueves, 15 de abril de 2010

La Vieja y el té. (Fragmento de Matilda y las Sirenas.)


Esa mujer tenía 5 hijos. Cambió al primero por un hombre cuando murió su esposo, el hombre la engañó y se fue con otra. Para sentirse menos sola, cambió al segundo hijo por un amigo, pero el amigo se casó y la abandono. Al tercero lo cambió por un esclavo "muy caro de mantener", pensó. Opto por regalarlo. El siguiente fue un perrito. Murió de moquillo.

Harta de soledad, a su último hijo lo vendió por diez monedas y se compro una tetera. Ahora busca quien tome el te con una pobre vieja loca.

martes, 13 de abril de 2010

Agonía existencial


Cada vez más se negaba el aire a cruzar por su traquea jadeante, pero aún tenía fuerzas para buscar con su mirada, hundida entre cuencas forradas de añeja epidermis, un trozo de infinito. – Ciento treinta y dos años.- Pensaba.- Ciento treinta y dos años con la misma pregunta. ¿Cuál es el sentido de la vida… de mi vida? ¿En verdad importa hacia donde vamos o es una calle anárquica de doble sentido? Tal vez es sólo una eterna glorieta por la que circula nuestra experiencia. ¡Ja! Experiencia. Ver que se te escapan inalcanzables los años y cada uno que se va sientes más miedo de volver a errar, un miedo que ralentiza tus pasos hasta frenarlos, hasta convertirte en un estatua polvorienta, en otro inerte ornamento social.- Y su tos salpica gotitas de sangre en las cobijas tiesas.- Pensé demás, -Pensaba.- en pensar se me fue la vida, si es que a este eterno deambular sin sentido se le puede llamar así. Ciento treinta y cinco años no fueron suficientes para tatuar mi carne con una sola experiencia. En unos minutos cuando se me acabe el tiempo y la vida pasee ante mis ojos, sólo veré el vacío.- Su corazón convulso juega a ser titiritero del cuerpo. - ¡Un año más, uno sólo y viviría! – Los parpados papel de china no se sostienen por si mismos. Las escasas pestañas se estiran, intentan sostenerse de las cejas tupidas y grises, pero resbalan y caen de nuevo. Y es el iris que se despide de la luz intermitente y las fosas nasales sintiendo la última caricia del aire en sus vellos, y más abajo la boca, en el último instante del juego recuerda aquél día en que besó por vez única y primera. Sonríe. El anciano piensa. – Sí he viv…

Safe Creative #1006016477330


domingo, 4 de abril de 2010

Tauromaquia.


Cuando la espada atravesó el costado del toro, los ojos ahogados de Pasifae soltaron una lágrima que resbaló protegiendo con su húmeda caricia el vientre que acunaba a Minotauro.



Safe Creative #1006016477330