Ya callaron los rezos, se sosegaron los llantos, la tierra ha golpeado a puños la puerta de mi ataúd descendiendo unos metros bajo tierra.
Escuché por vez primera susurrar paz al silencio, que se sabe eterno, y la comisura de mis amoratados labios muertos se alzo levemente sonriendo alivio, porque sólo cuando te hallas completamente solo, te deja de pesar la soledad.
EDAD: Con el tiempo la ha olvidado.
ESTATURA: Relativamente alto.
COMPLEXIÓN: Títere de piel y huesos.
CABELLO: Escasamente blanco.
OJOS: De vidrio.
LABIOS: De arena.
PALABRAS: Pocas.
OFICIO: Hacedor de Miniaturas.
SEÑAS PARTICULARES:
Ese hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.
POTENTE la frase final, bien.
ResponderEliminarSaludos
Con Mario leímos un libro que habla de lo mismo. Qué curioso
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