Las puertas del taller se abren. El hacedor de miniaturas se acerca al estante, toma frascos con gotitas de palabra y condimentos en polvo de punto y coma.
¡Manos a la obra! Las pequeñas creaciones toman forma, adquieren detalles, se vuelven reales. Cada miniatura desea ser única, anhela llegar al aparador y ser contemplada por un alma como la tuya o diferente.
Asómate a la vitrina, tal vez alguna de estas miniaturas logre decirte algo.
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